Esta ciencia estudia los procesos intelectuales y psíquicos sin base determinada o de origen inexplicable.
Comprende la telepatía, la clarividencia, la hipnosis, el espiritismo, y cualquier otro fenómeno psicológico que desafíe las leyes físicas.
Considero que no es una ciencia paralela a la Psicología sino que forma parte de ella, ya que estas experiencias podrían llegar a explicarse cuando el nivel de nuestros conocimientos sobre la psique humana lo permita.
La telepatía, que es un fenómeno ampliamente estudiado, consiste en la sensación o percepción ocurrida fuera del alcance de los sentidos. Es la facultad que tienen algunas personas de percibir a distancia estados de conciencia, situaciones o pensamientos de otras con quien por lo general están ligadas por lazos afectivos.
Rupert Shaldrake, conocido biólogo inglés, realizó una investigación con más de tres mil perros, pertenecientes a distintas familias, y pudo comprobar que podían presentir cuando sus amos pensaban volver a casa.
Se observó que la conducta de los perros, de aguardar cerca de la puerta de calle se relacionaba con la intención de sus dueños de volver a casa, aunque todavía estuvieran en su trabajo. No se trataba de señales de olfato, ni de sonidos familiares como el motor del auto o del ruido de pasos acercándose, ni tampoco de asociaciones con horarios fijos, porque los experimentos se realizaron en horas diferentes.
De alguna forma todos hemos tenido intuiciones telepáticas cuando atendemos el teléfono y sabemos antes de atender quién nos llama, y es probable que hasta hayamos presentido alguna vez las malas noticias.
Estas artes esotéricas existieron desde hace miles de años y permanecen en el imaginario popular hasta ahora.
Es una técnica que induce al paciente a un estado de sueño magnético, por fascinación mediante el influjo personal o por medio de aparatos adecuados.
El hipnotizador es alguien que tiene el poder de adueñarse de la voluntad de otra persona siempre que la misma permita dejarse influenciar.
El espiritismo es la doctrina según la cual los seres vivos pueden comunicarse con los espiritus de los muertos, especialmente a través de los médiums. Según esta creencia, al morir el hombre, su alma desencarnada queda envuelta en un segundo elemento, semimaterial y fluido que permite el contacto entre los espíritus y los seres vivos, hasta que, según ellos, tiene lugar una nueva encarnación del alma.
El espiritismo nació y tuvo su apogeo en el siglo XIX, pero aún hoy cuenta con numerosos adeptos, principalmente en Estados Unidos, Gran Bretaña y Brasil.
Existen muchas manifestaciones extrañas en la naturaleza que todavía no entendemos y que atribuimos a causas sobrenaturales, pero a medida que el hombre se atreva a ampliar su perspectiva el conocimiento de la naturaleza permitirá aclarar los antiguos misterios inexplicables que todavía permanecen sin revelar.
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